Lolito apareció una tarde de invierno con mucho frío y hambre. Su estado era delicado porque estaba muy flaco y las temperaturas no ayudaban a su estado en general. Lo primero que hicimos fue darle cariño, ese cariño que da fuerza al proceso de recuperación.
Inmediatamente buscamos un transitorio y allí apareció Cristina, un ser maravilloso que lo cuidó con todo su amor y atención. Lo castramos, le dimos sus vacunas y empezamos el arduo camino de encontrarle la mejor familia, la que le hiciera olvidar todos esos días que había sufrido indiferencia y todo tipo de necesidades en la calle.
Luego de tres meses, apareció esa esperanza para él, una familia hermosa en Parque del Plata, que no solo lo ama sino que lo consienten y le dan todo lo que nunca tuvo. Se va de vacaciones al campo y a donde quiera que ellos vayan. Porque al fin y al cabo de eso trata una familia no? unidos en las buenas y en las malas.
Gracias a todos los que colaboraron en este final feliz que no habla más que de principios, de esperanzas, de sueños y de AMOR.
Lolito hoy es feliz y sin duda, nosotros también.









